Aarón nos empieza a contar el viaje de Julio desde su punto de vista. Le está costando ponerse pero ahí va. Animarle, que incluso está aprendiendo mecanografía con un curso para escribir más rápido porque se desespera.
Y Tere se anima con las recetas de cocina, de momento así rústico, luego pondremos fotos de los platos. Son muchos más los que de momento hemos probado pero poco a poco porque cuesta sacar tiempo. A disfrutar.
Para entrar en cualquiera de las dos páginas solo tenéis que pulsar sobre el título de la página que se encuentra aquí arriba en el centro del blog.
También a continuación de este texto tenéis una entrada sobre el comienzo del curso y otra con un pequeño resumen del viaje del mes de Julio a Rancho viejo, por si todavía nos las habéis visto.
Ah!!! Y animaros con comentarios que no hay relación si no hay reciprocidad y no se puede compartir si la cosa marcha en una sola dirección. Debemos crecer juntos.
CARTA A UNA FAMILIA EKUMENE
ResponderEliminarCuando sonó mi teléfono a las diez de la mañana, en Hermosillo, Sonora, sospeche que me hablaban desde Rancho Viejo, en la Sierra de Guerrero. Pero no, el viento, la humedad y el calor de Bahía Kino parecían sentirse en el zumbido del auricular. Ya se había dado el regreso de esa “otra misión”: visitar al Hermano que se encontraba solo, en las montañas de Guerrero, esperando la llegada de voluntarios valientes que quieran, junto con él hablar del “pastor de ovejas” allá donde unos tienen “miedo” a vivir, mientras otros, como Joan, evangelizan sin miedo.
Uds. Los Fernández Sarabia ya estaban de regreso en Kino Viejo. Una hermosa bahía llena de pelicanos, lobos de mar y delfines, que nos regala cada tarde del año, los ocasos más hermosos del mundo, aun cuando su temperatura media, en verano, ronda entre los cuarenta y cinco y cincuenta grados a la sombra. Por eso sus gentes, pescadores unos y asalariados de campos agrícolas otros, se muestran ásperos al conocimiento del saber intelectual y espiritual, aunque no reacios a la llegada de amigos que tengan paciencia en su fe y en su humanidad.
Marisa y Aida, llevan muchos años en la Bahía; cuanto han logrado? Solo Dios lo sabe y solo a él le importa. Pero de repente, verlos a Uds. ver a Rubén y a Tere, un joven matrimonio, con cara de exploradores ateos-biólogos, enganchados de sus cuatro hijos, Aarón, Jairo, David y Samuel que se acaba de graduar de kínder, como es la tradición en esta tierra… dan, a primera vista, una imagen de locura… ¡pero como se le ocurre a esta gente meterse en un infierno de cincuenta grados centígrados, donde ni las cachoras son capaces de resistir, si no es a la sombra. Pero la locura no está en el aguante de Uds., Rubén y Tere, ni en el de vuestros hijos, que como todos los niños del mundo, viven haciendo del entorno un juego, ni para Joan, al que visitaron en las selvas de Guerrero, si no que la locura esta en el AMOR que les mueve a hacer, lo que hacen; lo que pocos harían, porque si muchos lo hicieran, al igual que Uds. el mundo no necesitaría actos de amor como el vuestro, tan duros y ejemplares.
Supimos de Uds. y fuimos a la Bahía a conocerlos, a decirles que aunque nosotros no seamos tan valientes, no están solos; los sentimos como el imán, la fuerza de sus actos, nos atrae a muchos, nos quitan el sueño a algunos, y nos cambian la vida a otros.
Vinieron a Hermosillo, la Capital de Sonora, la tierra del Desierto de Altar, el segundo desierto más grande del mundo, que incluye vuestra Bahía. Y convivimos y compartimos, también desde la “fiesta” ese: “sal de tu patria y de tu casa y ve a la tierra que yo te mostrare…” (Gn.12,1-2). En un mes más se va el verano; el verano es breve, como se podrán dar cuenta, apenas cuatro meses, pero es duro, violento, maltratador; y llegara el invierno, un invierno-primavera que ahoga el otoño, y todo será distinto: la gente saldrá a la calle, vuestras catequesis tendrán continuidad, la casa se llenara de amigos, y vuestras redes se cargaran de frutos de vuestro trabajo y entonces… comprenderán que no fue locura venir a Sonora, a un pedazo de su bahía, donde sus 800 km de litoral aun están vírgenes, esperando la explotación turística. Pero antes de que esta, llegue un día, Uds. están fortaleciendo a estos hombres y mujeres con los valores de ese “AMOR” que les trajo hasta ellos.
Gracias por venir, Rubén y Tere, y gracias por traer a los niños. De verdad, son familia Ekumene. Los abrazamos a los cinco. Alejandra, Elsa, Tomás
TERE Y RUBEN QUIERO QUE SEPAN QUE EN EL CORTO TIEMPO EN EL CUAL HEMOS CONVIVIDO MI FAMILIA Y YO LES HEMOS TOMADO APRECIO Y OBSERVANDO SU ESTILO DE VIDA NOS GUSTA, DISFRUTAN LA VIDA A SUS HIJOS EN FIN SON MUCHAS COSAS QUE NORMALMENTE NOSOTROS POR LA RUTINA DEL DIA A DIA CASA,TRABAJO TAREA DE LOS NIÑOS TAREAS DEL HOGAR EN FIN,NOS PERDEMOS DE TANTAS COSAS.... SIN DETENERNOS A MEDITAR EN QUE DIOS NUESTRO SEÑOR NOS REGALO ESTA VIDA, A NUESTRO COMPAÑERO LO PUSO EN NUESTRO CAMINO Y NOS REGALO A NUESTROS HIJOS PARA QUE FUERAMOS INMENSAMENTE FELCES. USTEDES SON UNA FAMILIA QUE DEJARA HUELLA EN NUESTRA COMUNIDAD ESO NO LO DUDEN Y SOBRE TODO EN LOS CORAZONES DE TODOS LOS QUE HEMOS TENIDO LA DICHA DE TRATARLOS Y CONVIVIR DE CERCA CON USTEDES ESPERO TENER MUCHAS EXPERIENCIAS DE VIDA CON USTEDES Y PARA ESO ESTAMOS EN EL CAMINO PARA APRENDER, COMETER ERRORES Y VIVIR ASI QUE ANIMO Y PA LANTE COMO DECIMOS ACA EN SONORA MEXICO.... SE LES QUIERE JUANYTA SU VECINA.
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